A cuatro días de autoproclamarse presidente interina y mientras intenta conseguir el reconocimiento de la región y el mundo, Jeanine Áñez habló con la prensa internacional y advirtió que no reconoce las nuevas autoridades designadas en el congreso y anunció un plan de la policía y las Fuerzas Armadas para evitar el desabastecimiento de combustible, uno de los principales temores en Bolivia.
Por primera vez desde que Evo Morales renunciara y denunciara un golpe de Estado, su Movimiento al Socialismo (MAS) inició un diálogo con las fuerzas políticas afines a Áñez. Una parte de este sector aceptó sentarse en la primera sesión del Senado tras el derrocamiento del presidente y se eligieron nuevas autoridades para reemplazar a las que renunciaron junto a Morales.
Áñez, quien aseguró que “asumió la responsabilidad del gobierno ante la ausencia de autoridades y del Estado”, anunció que desconoce a esas nuevas autoridades, que de ser reconocidas legalmente deberían ser parte de la línea sucesoria presidencial.
La presidente interina autoproclamada también se refirió a uno de los grandes temores que sobrevuela a La Paz y otras partes del país con el avance de los cortes de calles, rutas y el avance de caravanas masivas de manifestantes que llegarán a la capital este fin de semana para pedir su renuncia: el desabastecimiento de combustible y, eventualmente, de alimentos.