El Gobierno de La Ciudad de Buenos Aires lleva adelante la instalación de una suerte de peatonal gastronómica, más allá de la habilitación general que rige desde el lunes para el uso de las veredas por parte de bares y restaurantes. Si bien la totalidad de los restaurantes y bares se encontraban operando con la modalidad take away, este fin de semana se dió luz verde para la colocación de mesas en las calzadas para los locales gastronómicos ubicados en el corazón de los barrios de Villa Devoto y Palermo. En horas del mediodía del viernes, la situación pareció salirse de control. Las escenas de gente amontonada alrededor de las pocas mesas existentes llamaron la atención de las autoridades de la Ciudad. Al respecto el ministro de salud porteño, Fernán Quiroz dijo: “Estamos armando un dispositivo especial para cuidar el comportamiento social en los lugares críticos, en especial Villa Devoto”. Enormes círculos grises y amarillos fueron pintados en la calzada con la intención de que los restaurantes frentistas coloquen mesas adicionales a las que normalmente caben en las veredas. Los funcionarios comunales consultados aclararon que esta concesión de espacio público no tiene costo para el comerciante ya que “hace años que Horacio Rodríguez Larreta, dispuso que se exima del cobro de tasas por ocupación del espacio público y ahora más que nunca la intención del municipio es aliviar la situación del sector gastronómico en medio de la pandemia”. Desde el entorno de la ministra de Espacio Público, Clara Muzzio, explicaron: “Se trabajó estrechamente con los propietarios y gerentes de los locales gastronómicos, porque por mucha gente que pongamos a vigilar, es el personal de cada restaurante o bar el que tiene la responsabilidad de observar el comportamiento de los clientes y dar la voz de alarma cuando no se cumplan las medidas sanitarias”.
Básicamente, enumeraron, estas normas son: mesas con no menos de un metro y medio de separación; no más de 4 personas por mesa, las que no necesariamente deben ser miembros de un grupo conviviente; sanitización antes y después de la ocupación de una mesa; uso obligatorio del barbijo o tapa boca antes y después del momento de la ingesta de alimentos; uso de los sanitarios de a una persona por vez y sanitización luego de cada uso. Está prohibido el uso de cartas de menú que pasen de mano en mano de los clientes, así como el agrupamiento de personas de pie en torno a las mesas. Un “tótem” sanitizante fue colocado en el ingreso del polo gastronómico y dos agentes de control urbano recomiendan a los transeúntes untar sus manos con alcohol en gel. Por otra parte, la mayoría de los comensales expresaron satisfacción y remarcaron el hecho de que la mayoría del público respeta el uso del barbijo mientras no está comiendo o bebiendo. Siempre según los funcionarios comunales, se evaluará en la próxima semana cuál fue el comportamiento del público y los comerciantes durante este fin de semana. Entre el lunes y el jueves próximo, no habrá mesas en las calzadas, y las autoridades deberán usar ese lapso de tiempo para decidir si habilitan o no en forma permanente las mesas en la calzada.