A los 80 años, murió el expresidente de Uruguay Tabaré Vázquez. “Nada se logra solo, lo que se logró lo hicimos entre todos participando, trabajando con la gente, convenciendo, ganando conciencia”. Así se despedía del poder, en febrero de este año, en medio de una fiesta popular en el barrio donde nació, en Montevideo, con una frase que guió su gobierno. Vázquez, del Frente Amplio, fue el primer presidente de centroizquierda luego de la cruenta dictadura militar que gobernó desde 1973 hasta 1985 y de una seguidilla de gobiernos de centroderecha. Las leyes uruguayas no permite una reelección inmediata, por eso debió esperar cinco años para volver al Palacio de Gobierno. En las elecciones de 2014 venció a Lacalle Pou, del Partido Nacional (Blanco) y retomó el mando para avanzar con el camino que había abierto una década antes y que profundizó Mujica. Este año, cuando debió dejar su silla a la coalición de centroderecha que retornó al poder, sabía que ya no volvería. La despedida en La Teja era, tal vez, un adiós general al pueblo de Uruguay, consciente de que el tiempo comenzaba a ganarle la carrera. Su mayor adversario no era ya un líder político. Era el cáncer de pulmón que se le diagnosticó en 2019 y que marcó los últimos meses de su presidencia, aunque él decidió mantenerse en el cargo durante el tratamiento y mostró fortaleza hasta el último día de su mandato. El diagnóstico de cáncer llegó poco después de la muerte de su esposa, María Auxiliadora Delgado, con quien se había casado en 1964. Tenían tres hijos.
Vázquez, él mismo un médico oncólogo que encabezó una fuerte lucha contra el tabaquismo, fue quien anunció públicamente, en agosto del año pasado, que tenía un nódulo maligno. Fue operado y en septiembre comenzó un tratamiento de radioterapia. Sus médicos anunciaron entonces que la respuesta del mandatario era buena y Vázquez continuó con su agenda. En diciembre de 2019 estuvo en Buenos Aires para la asunción de Alberto Fernández como presidente. Sin el carisma de Pepe Mujica, Vázquez fue uno de los principales líderes de la izquierda uruguaya, aunque encarnó el ala más moderada del Frente Amplio. Antes de llegar a la presidencia, había sido elegido como intendente de Montevideo en 1989 y fue uno de los responsables del crecimiento de la izquierda en el país. Nacido en enero de 1940 en una familia modesta, se recibió de médico y se especializó en radioterapia oncológica después de que su madre, su hermana y su padre muriera de cáncer. Cuando llegó a la presidencia en 2005 ya era una referencia médica en Uruguay y durante su primer mandato continuó ejerciendo. Vázquez hizo de la salud uno de los pilares de su presidencia, con la creación del Sistema Nacional Integrado de Salud, en el que se aseguró el acceso a servicios sanitarios integrales a todos los habitantes. Recibió varios premios por su enérgica guerra contra el tabaco y promovió leyes restrictivas para el consumo, como la prohibición de fumar en espacios públicos y de hacer publicidad, y la incorporación de imágenes fuertes en los paquetes de cigarrillos para sensibilizar a los fumadores. Aunque a fines del año pasado Vázquez había asegurado que estaba “curado” de su cáncer, su salud se notaba deteriorada. Este sábado se encendieron las alarmas cuando se informó que había tenido una recaída y estaba grave. No quiso ser internado. Prefirió morir en su casa, con su familia. Las condolencias de los principales jefes de Estado del mundo comenzaron a conocerse en las primeras horas de hoy.