Pablo Moyano, secretario general adjunto de Camioneros, llamó a un paro general a los recolectores de residuos y barrido de la Ciudad de Buenos Aires, por el conflicto en la prestación del servicio que se desencadenó por la intención del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en achicar gastos en el rubro de higiene urbana. La medida entró en vigencia desde a la hora 6. Reclaman el pago de un bono por esencialidad y por “la insistencia” del gobierno porteño en recortar el servicio de recolección de la basura que, según se anunció, impactará en la jornada laboral de los trabajadores del sector con una “rebaja salarial de hasta 20.000 pesos menos por mes”. “El paro es hasta que la ciudad de Buenos Aires baje su soberbia”, definió Pablo Moyano. “Los trabajadores trabajaron durante toda la pandemia y los quieren premiar con una baja en el sueldo”, agregó. En el marco de la protesta, Pablo Moyano precisó que están exigiendo a las empresas concesionarias de la Ciudad a que se comprometan al pago del bono firmado en la paritaria camionera mediante un acta. La demanda incluye a los trabajadores que no están asistiendo a sus tareas por enfermedades preexistentes, factores de riesgo o por contagios por el COVID-19. El gremialista ratificó su pedido a la Ciudad “para que se deje de romper con querer achicar los costos de los trabajadores” y de presionar a las concesionarias. La tensión con el sindicato de Camioneros arrancó tras la quita de los recursos de la coparticipación federal definida por Alberto Fernández. A raíz de la caída de la recaudación, el Gobierno de la Ciudad revisó el gasto público y ajustó en varios rubros del presupuesto porteño. El de la recolección de residuos era uno de los servicios dónde recortar, aunque la decisión estuvo demorada por las negociaciones con el gremio que encabezan Hugo y Pablo Moyano. En la Ciudad hay seis empresas concesionarias que prestan el servicio de recolección, por el que se abona una suma de $30.000 millones por año. El recorte previsto por el gobierno porteño es una reducción aproximada de $3.000 millones. Según la parte sindical, el achique impactará de manera directa en los salarios de los trabajadores de la actividad. De acuerdo a la información oficial, cada día se generan 8.000 toneladas de basura en promedio. Aproximadamente el 60 % corresponden a residuos húmedos y el 40% a materiales que pueden ser recuperados.
MOYANO LLENÓ DE BASURA LA CIUDAD
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