El servicio penitenciario de Rusia trasladó al encarcelado líder opositor Alexey Navalny, en huelga de hambre desde hace unas tres semanas, a un hospital de otra prisión para hacerle un tratamiento con vitaminas. “Una comisión de médicos decidió el traslado de A. Navalny a una unidad hospitalaria para los condenados que se encuentra en el territorio de la colonia penitenciaria Nº 3”, indicó el servicio penitenciario de la región de Vladimir en un comunicado. “El estado de salud de Navalny se considera satisfactorio actualmente. Es examinado diariamente por un médico terapeuta”, agregó. Según la misma fuente, “con el consentimiento del paciente, se le prescribió una terapia de vitaminas”, informó la agencia de noticias AFP. El estado de salud de Navalny se deterioró en los últimos días, y allegados dijeron que corre el riesgo de graves problemas cardíacos y renales que pueden provocarle la muerte. Navalny dejó de alimentarse el 31 de marzo en protesta por las malas condiciones de detención y acusó a la administración penitenciaria de impedir el acceso de un médico y medicamentos pese a que sufre una doble hernia de disco, según sus abogados. Según él, también fue amenazado con ser alimentado por la fuerza, opción que tienen las autoridades rusas en caso de negarse a alimentarse de un preso. La Unión Europea (UE) se declaró ayer “profundamente preocupada” por la salud de Navalny, y los cancilleres del bloque iniciaron hoy una reunión por videoconferencia para analizar el caso del opositor y las relaciones con Rusia. Poco antes de abrir esa videoconferencia, el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, responsabilizó directamente “a las autoridades de Rusia por la situación de salud” de Navalny. Estados Unidos advirtió el domingo que habría “consecuencias” para Rusia si Navalny moría en prisión durante su huelga de hambre. El portavoz del Gobierno ruso, Dmitri Peskov, rechazó hoy de forma enfática los comentarios de funcionarios occidentales.
OPOSITOR RUSO EN PELIGRO
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