El “efecto Manes” hizo crujir a Juntos por el Cambio. El caldeado clima en la coalición opositora derivó, en una reunión reservada entre Horacio Rodríguez Larreta y el dirigente radical Ernesto Sanz, en la que el jefe de Gobierno lo sondeó sobre la posibilidad de que la UCR aceptara integrar una lista de unidad en la provincia de Buenos Aires para evitar la competencia en las PASO. Análisis preliminares indican que ninguna de las partes está dispuesta a ceder la cabeza de lista. Rodríguez Larreta y Sanz se conocen de memoria y mantuvieron una charla profunda, en la que repasaron los acuerdos y desacuerdos electorales de Juntos por el Cambio en todo el país. El jefe de Gobierno ya está actuando a tono con el liderazgo político que asumió en el espacio luego de que consiguió imponer como candidatos a María Eugenia Vidal en Capital y a Diego Santilli en Provincia. El ex senador de la UCR llegó hasta el edificio vidriado de la calle Uspallata, sede de la administración de la Ciudad, no como un enviado oficial de su partido sino como un dirigente de fluida relación con el alcalde porteño y, sobre todo, como padrino político de Maximiliano Abad, el ascendente titular del radicalismo bonaerense y uno de los gestores de la postulación de Manes. El frustrado sondeo de Rodríguez Larreta puso en evidencia que es casi imposible la alternativa de una lista de unidad en la Provincia, aunque el jefe de Gobierno podrá decir que al menos lo intentó, tal como le pidió Jorge Macri tras haberse bajado de la candidatura bonaerense para “no dividir el espacio”. En las filas radicales confían en que cuando se lance Manes “será imparable” por la combinación de su personalidad y su discurso con el poderío del aparato partidario en el interior provincial, más una lista “multicolor” en donde estarán Margarita Stolbizer, Emilio Monzó y Joaquín de la Torre. Desde las usinas larretistas hay seguridad en que la “impronta peronista” de Santilli cautivará al electorado bonaerense y que logrará la diferencia de votos que necesita en el conurbano, donde el PRO es más fuerte, mientras dudan de la cantidad de sufragios que aportarán las figuras que captó su rival en las PASO.
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