La amenaza de una crisis alimentaria que se cierne sobre el mundo a causa fundamentalmente de la invasión de Rusia a Ucrania podría tener consecuencias aún más drásticas en Perú por el marco previo, según investigaciones nacionales e internacionales que aconsejan la toma de medidas urgentes. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), calculó que por lo menos 15,5 millones de los casi 33 millones de peruanos podrían verse duramente afectados. Una cifra que otras organizaciones, a partir de estudios de vulnerabilidad, disparan por encima de los 18 millones. “La inseguridad alimentaria es un gravísimo riesgo en el que ya estamos inmersos”, dijo el psicoanalista Max Hernández, secretario ejecutivo del Acuerdo Nacional, quien pide que el Gobierno inicie una búsqueda de consensos para enfrentar la situación. Hernández usa directamente la palabra “hambruna” y critica que, no sólo en Perú, se busquen términos menos drásticos para disfrazar el problema. Pero sus advertencias, y las de otras fuentes, chocan con el hecho de que funcionarios del Gobierno del presidente Pedro Castillo prefieren minimizar la amenaza. “La inseguridad alimentaria es mundial. Se dice que va a haber una hambruna general, pero Perú no va sufrir eso porque vamos a tomar todas las medidas. No nos va a faltar qué comer”, afirmó el jefe del gabinete ministerial, Aníbal Torres, sin especificar en qué consistirán tales disposiciones. Para los expertos, la amenaza derivada de dificultades de los agricultores peruanos para abastecerse de fertilizantes se potencia en la medida en que el país ya enfrentó una dura campaña en el último año y apenas estaba tratando de salir de una crisis que se agravó con la pandemia de coronavirus. Hasta ahora, los planes del Estado para entregar créditos a los productores y la cesión de un bono extraordinario para la compra de fertilizantes no han tenido los alcances esperados, según analistas que describen al momento actual del agro peruano como el peor en mucho tiempo. “Todo indica que la crisis alimentaria global tendrá un impacto mayor para Perú a nivel de profundidad y duración”, afirmó en ese marco el analista económico David Rivera en un artículo para el diario limeño “La República”. Las exportaciones de fertilizantes de Rusia han caído en forma drástica a causa de la guerra, mientras que China, como producto de la misma dinámica, ha restringido la venta de esos productos. Hasta ahora, las importaciones de fertilizantes de Perú llegaban en 57% de Rusia y en 19% de China y de ahí el previsto impacto. Para el presidente del Centro Peruano de Estudios Sociales, Fernando Eguren, los campesinos están descapitalizados tras los años en que la demanda de productos por parte de los restaurantes retrocedió por la pandemia. No están en capacidad de comprar fertilizantes y menos con la elevación de precios que se desprenderá de la disminución de la oferta.
CRISIS ALIMENTARIA
artículo anterior