A los 91 años, murió la reconocida periodista Magdalena Ruiz Guiñazú, una defensora incansable de la libertad de expresión que no dudó en alzar su voz contra las dictaduras y los autoritarismos. Incluso debió enfrentar en varias oportunidades los escraches del kirchnerismo en Plaza de Mayo. La periodista tenía una larga e histórica trayectoria, sobre todo en la radio: fue la cabeza de “Magdalena tempranísimo”, uno de los programas más importantes de la historia de la radiofonía argentina. En las últimas semanas, Magdalena había tenido algunos problemas de salud que hicieron que no estuviera participando en Lanata sin filtro, donde se desempeñaba como columnista desde el 2014. Magdalena Ruiz Guiñazú nació el 15 de febrero de 1931. Su padre, Enrique Ruiz Guiñazú, fue ministro de Relaciones Exteriores y Culto. Al dedicarse al periodismo, comenzó como una simple cronista hasta llegar a la conducción. En los ‘70 también participó en televisión. Condujo el noticiero central de Canal 7 con Antonio Carrizo, pero durante el gobierno de Isabel Perón fue separada de su cargo. Hacia fines de la década, volvió para trabajar con Cacho Fontana en Videoshow, un programa de culto. En los años que siguieron a la última dictadura militar que hubo en la Argentina, Magdalena fue una de las personas que integró la Comisión Nacional sobre la Desaparición de las Personas (CONADEP) que investigó las violaciones a los derechos humanos que hubo durante ese gobierno autoritario. El libro Nunca Más publicó parte de esas historias. Junto a Miguel y Nicolás Wiñazki, en sus últimos años estuvo al frente de “Magdalena y la noticia deseada”, otro ciclo de esa emisora. Lo último que hizo fue participar como columnista especial en Lanata sin filtro.