Mientras el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sigue sin manifestarse sobre el resultado del balotaje, sus aliados desde gobernadores hasta parlamentarios, ya reconocieron la victoria de Luiz Inacio Lula da Silva, quien asumirá por tercera vez el Ejecutivo brasileño el próximo 1 de enero. Bolsonaro se mantiene en silencio a más de 14 horas de que Lula se impusiera como el próximo presidente de Brasil con el 50,90% de los votos, contra el 49,10% del actual mandatario. Mientras la comunidad internacional le daba el visto bueno al proceso electoral brasileño para un tercer mandato, algo inédito en la historia de Brasil, Bolsonaro no había querido recibir a sus aliados más cercanos, según fuentes parlamentarias allegadas al mandatario citadas por el diario O Globo. Bolsonaro dejó el Palacio de la Alvorada, residencia presidencial, y se dirigió al Palacio del Planalto, casa de Gobierno, según medios locales. Sin embargo, algunos de sus aliados se pronunciaron reconociendo la victoria del líder del Partido de los Trabajadores. El exjuez del Lava Jato y exministro de Justicia y Seguridad Pública de Bolsonaro, Sergio Moro, dijo el domingo por la noche en la red social Twitter que “el resultado de una elección no puede sobrepasar el deber de responsabilidad que tenemos con Brasil” y que “la democracia es así” pero no se refirió directamente a Lula. El senador electo por el estado de Paraná, devenido asesor de la campaña de Bolsonaro, agregó: “Trabajemos por la unión de los que queremos el bien de la patria. ¡Siempre estaré del lado de lo correcto! Estaré en la oposición en 2023, respetando la voluntad de Paraná”. El gobernador electo del estado de San Pablo, fue más directo al reconocer la victoria de Da Silva a nivel nacional, con quien dijo que quiere trabajar para llevar adelante sus políticas coordinadas con el gobierno nacional a partir de 2023. La declaración fue interpretada como un cambio de tono de la política bolsonarista con el núcleo más duro de la ultraderecha en torno al presidente Bolsonaro, el primer jefe del Estado brasileño que fracasa en reelegirse. “San Pablo es el estado más importante y rico de Brasil, tengo seguridad de que San Pablo puede ayudar mucho a Brasil y Brasil también puede ayudar a San Pablo. Entonces, este entendimiento es el que vamos a buscar. Cuando nos convoque Lula, estaremos ahí y buscaremos siempre lo mejor para San Pablo con el gobierno federal”, aseguró Freitas.
EL SILENCIO DE BOLSONARO
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