El reciente anuncio de la Justicia respecto a la subasta de los bienes de Lázaro Báez y la maquinaria asociada a las empresas bajo investigación en la causa “La ruta del dinero K”, marca un paso significativo en la rendición de cuentas y el combate contra la corrupción en Argentina. Esta decisión, tomada por el juzgado nacional en lo comercial N°28 bajo la dirección del juez Máximo Astorga, refleja un compromiso con la transparencia y la aplicación imparcial de la ley. El hecho que la subasta incluye excavadoras, motoniveladoras, tanques cisterna y otro tipo de maquinaria utilizada por las empresas vinculadas a Báez, subraya la magnitud de los recursos involucrados en este caso de corrupción. Estos activos, que en su momento fueron símbolo de un poder económico desmedido, ahora se convertirán en parte de un proceso legal que busca reparar el daño causado y recuperar los fondos malversados. Es alentador observar que la Justicia estableció claramente que cualquier deuda en impuestos y contribuciones posteriores a la toma de posesión de estos bienes será responsabilidad del comprador. Esta disposición no sólo garantiza la transparencia del proceso de subasta, sino que también protege los intereses del Estado y de la sociedad en su conjunto. La fecha de la subasta, fijada para el 18 de abril, es un recordatorio de que la Justicia sigue avanzando en este caso, incluso después de las recientes decisiones judiciales que afectaron a Lázaro Báez. El rechazo de su pedido de excarcelación por parte del Tribunal Oral Federal 4 demuestra que la Justicia está comprometida a asegurar que los acusados enfrenten las consecuencias de sus acciones, sin importar su estatus o influencia. Estas acciones judiciales, no sólo tienen un impacto legal, sino también simbólico. Envían un mensaje claro de que la impunidad no será tolerada en Argentina y que todos, independientemente de su posición social o política, son responsables ante la ley.
SUBASTAN BIENES DE BÁEZ
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