El gremio ferroviario La Fraternidad anunció una medida de fuerza que se llevará a cabo el próximo jueves 30 de mayo y que consistirá en la reducción de la velocidad de los trenes a 30 km por hora durante 24 horas. Esta decisión, según el comunicado del sindicato, responde a la falta de acuerdo en las negociaciones salariales y a la escasez de insumos básicos necesarios para el servicio ferroviario. El secretario general del gremio, Omar Maturano, enfatizó que la demanda no es por un aumento salarial, sino por ajustar los salarios a la inflación: “No queremos aumento del sueldo, queremos empatar la inflación”, declaró. Además, advirtió sobre un significativo recorte del 59% en el presupuesto destinado al sector, lo que llevó a condiciones precarias en el trabajo: “Nadie puede decir que no les avisamos”, subrayó Maturano, denunciando la falta de inversión y las bajas condiciones de seguridad con las que operan. La Fraternidad también señaló que, de no alcanzarse un acuerdo, se realizará un paro total de actividades el martes 4 de junio. Este aviso se suma a la crítica del sindicato hacia la política ferroviaria del Gobierno. “No hay inversión ni una política para el sector ferroviario. Nosotros trabajamos sin insumos, atando algunas veces con alambre algunos objetos y así salimos con los trenes”, manifestó Maturano, haciendo referencia a las malas condiciones de seguridad en el sector. A pesar de estas críticas y en respuesta al reciente accidente ferroviario en Palermo, el Gobierno declaró la emergencia ferroviaria. Esta medida busca acelerar los procesos licitatorios en áreas cruciales como cables y señalamientos para mejorar el funcionamiento del servicio de trenes. Cabe recordar que el pasado 20 de mayo, La Fraternidad llegó a un acuerdo con las empresas Sociedad Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (SOFSE) y Belgrano Cargas y Logística para el pago del bono de presencialidad de los meses adeudados y un bono por el Día del Trabajador Ferroviario de $147.500, a pagar en junio. Sin embargo, el sindicato no cerró la paritaria debido a las diferencias entre los porcentajes de la recomposición salarial propuesta y la inflación. El último paro de trenes se llevó a cabo el 9 de mayo, como parte de las medidas de fuerza en el transporte dispuestas por la CGT en rechazo a las políticas del gobierno de Javier Milei.
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