El Gobierno nacional oficializó la reforma del Código Aeronáutico mediante el decreto 338/2025, con el objetivo de “simplificar y desregular normas obsoletas con más de 55 años de antigüedad”, en línea con la política de Cielos Abiertos impulsada por Milei. La medida, elaborada por la Secretaría de Transporte del Ministerio de Economía y el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, busca desburocratizar la industria aérea, promover una mayor conectividad y ampliar la oferta de vuelos, tanto para empresas como para pasajeros. Desde el Ejecutivo señalaron que los cambios modernizan la normativa vigente, facilitan el ingreso de nuevas líneas aéreas y operadores aeroportuarios, y promueven una mayor flexibilidad y eficiencia en el sistema aerocomercial, manteniendo como prioridad la seguridad operacional. Entre las modificaciones se destaca la posibilidad de registrar aeronaves mediante contratos celebrados tanto en el país como en el extranjero, siempre que se inscriban en el Registro Nacional de Aeronaves y cumplan con los requisitos del Código Aeronáutico. También se eliminó el requisito de que dos tercios del directorio de las empresas del sector debían ser argentinos, lo que permitirá una participación más transparente del capital extranjero en el mercado. Asimismo, se redefine el esquema de gestión aeroportuaria: a partir de ahora, sólo será obligatorio contar con jefe de aeródromo en aquellos casos donde así lo determine la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), eliminando funciones duplicadas en varias dependencias. La presentación de documentación administrativa como libros de actas también fue simplificada y adaptada al Código Civil y Comercial. Uno de los cambios más significativos es la autorización del uso de aeronaves de matrícula extranjera en operaciones de cabotaje con tripulación no argentina, alineando la normativa local con estándares internacionales y reduciendo los costos operativos. En la misma línea, se eliminó la obligación de solicitar autorización para cada ruta de vuelos domésticos. Una vez habilitado el operador, las rutas sólo deberán ser informadas, sin necesidad de aprobación previa del Ejecutivo. También se derogaron artículos del Código Aeronáutico que obligaban a contratar personal argentino y otorgaban al Estado un derecho preferencial de compra ante la disolución de una empresa aérea. El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, celebró la reforma en redes sociales y explicó que estas medidas brindarán mayor flexibilidad al mercado. Señaló que, por ejemplo, ante eventos masivos como una final de la Copa Libertadores, las compañías podrán redirigir sus vuelos sin requerir autorización del Estado. Además, destacó que, al permitir que aerolíneas extranjeras realicen tramos internos con sus propias tripulaciones, se reducirán significativamente los costos, especialmente en vuelos combinados con rutas internacionales.
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