El Frente de Todos, atraviesa días de vértigo de cara al cierre de listas del próximo sábado. Las dudas sobre los pre postulantes del oficialismo en la provincia de Buenos Aires, se extienden también al segundo distrito más poblado, Córdoba, y al tercero, Santa Fe, que este año eligen senadores además de diputados. Por estos días, los dirigentes y posibles competidores locales de las dos provincias, lideradas por gobernadores justicialistas con perfiles independientes y de relaciones oscilantes con la Nación, visitan a los armadores nacionales, que negocian e intentan dirimir las internas más calientes sobre el filo de la inscripción. Alejado de Cristina Fernández, el gobernador de Córdoba Juan Schiaretti, mantiene una relación cordial con Alberto Fernández a pesar de los roces por la reticencia provincial a aplicar las restricciones impulsadas por la Nación por el coronavirus, y por el escándalo que provocó en esa provincia decisión de la Casa Rosada de suspender las exportaciones de carne. Los principales hitos de fricción tienen como antecedente la bronca que generó la finalmente frustrada expropiación de Vicentín, el año pasado. En La Cámpora resienten el armado de Hacemos por Córdoba, que históricamente juega de modo independiente de la Nación, en la línea del fallecido ex gobernador José Manuel de la Sota. Esa lógica, explican en la gobernación, responde a las encuestas: una parte de su electorado a nivel local está “compartido” con el macrismo, en una provincia donde el rechazo al kirchnerismo es alto. En tanto en la provincia de Santa Fe, el gobernador Omar Perotti, mantiene en el tercer distrito más importante un perfil independiente que causa de resquemores a nivel local y nacional. El lanzamiento, en junio, de su nuevo sello de corte localista, Hacemos Santa Fe, hizo subir el termómetro en el camporismo, e incluso en algunos dirigentes del PJ, cercanos. “Está bien que cree su propio espacio, pero no con ese nombre”, dijo un importante dirigente local. La similitud con el caso de Córdoba puso en alerta a más de uno entre las intendencias y la Legislatura. El candidato de Perotti para renovar en el Senado es Roberto Mirabella, dirigente de su confianza, quien lo reemplazó en su asiento cuando asumió la gobernación. Sin embargo, Cristina Fernández tiene en mente para encabezar a una de sus senadoras preferidas, María de los Ángeles Sacnun, de su entorno más fiel. En su despliegue nacional, La Cámpora busca hacer pie en la reticente provincia con una fórmula de unidad y las movidas del perottismo no caen bien. Ven al gobernador como un retobado, empeñado en escindirse del armado nacional, en atención al perfil de los votantes. Resienten que busque provincializar la elección. A diferencia de la oposición de Juntos por el Cambio, que ya despejó las incógnitas en las provincias más importantes, el Frente de Todos y los PJ provinciales aún intentan dirimir las precandidaturas y retrasan las definiciones. Los líderes nacionales intervienen de manera quirúrgica, con reuniones bilaterales, lapicera en mano, en negociaciones febriles. Hay tiempo hasta el sábado a medianoche. En estos días, algunos posibles candidatos deseaban que ya fuera domingo para poder saber qué ocurrirá, al menos en lo inmediato, con sus inciertos destinos políticos.
OFICIALISMO “ON FIRE”
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