El presidente estadounidense, Joe Biden, se reunió con su homólogo brasileño Jair Bolsonaro, en el primer cara a cara desde que asumió el cargo, una cita en el marco de la Cumbre de las Américas, donde el presidente estadounidense abogó por la unidad y el diálogo. “Pongámonos a trabajar construyendo el futuro que esta región merece”, dijo Biden al final del discurso inaugural en el que aseguró que la democracia es el “sello distintivo” de las Américas que permite resolver los desacuerdos con “respeto mutuo y diálogo”. Inicialmente Bolsonaro era reticente a asistir a la Cumbre, pero la presión diplomática y la oferta de un encuentro bilateral terminó convenciéndolo. Tras encontrar grandes coincidencias con el expresidente Donald Trump, Bolsonaro admite poca afinidad con la administración Biden y fue uno de los últimos líderes mundiales en reconocer su victoria electoral. Las discrepancias se ponen de manifiesto en varios temas: Brasil se mantiene neutral ante la guerra en Ucrania en la que Estados Unidos encabeza la movilización occidental y, al igual que Trump, agitó sin pruebas el fantasma de un posible fraude electoral en los comicios presidenciales de octubre en los que se medirá con el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva. Este fue un punto central en la reunión bilateral, en la que el estadounidense mencionó la importancia para la región de “elecciones abiertas, libres, justas, transparentes y democráticas”. Los dos líderes tampoco concuerdan en temas ambientales. Bolsonaro considera que Biden tiene una “obsesión por la cuestión ambiental” debido a las presiones para que Brasil combata activamente la deforestación de la Amazonía. Esta novena Cumbre de las Américas se ve afectada por varias ausencias, algunas por decisión expresa de Biden, como los mandatarios de Cuba, Nicaragua y Venezuela que directamente no fueron invitados, y otros para expresar su descontento con esa exclusión, como el presidente el mexicano Andrés Manuel López Obrador.
BIDEN – BOLSONARO
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