ARGENTINA CRECERÁ 5% EN 2025

En su primera actualización del año de las Perspectivas Económicas Mundiales (WEO, por sus siglas en inglés), el Fondo Monetario Internacional (FMI) ratificó sus estimaciones para la economía argentina, proyectando un crecimiento del 5% del Producto Bruto Interno (PBI) tanto para 2025 como para 2026. Esta última cifra representa un ajuste al alza de 0,3 puntos porcentuales respecto de las previsiones de octubre. El informe, presentado en Washington, también destacó que la economía argentina se contrajo un 2,8% en 2024, mejorando el pronóstico inicial del FMI, que había proyectado una caída del 3,5%. Según Pierre-Olivier Gourinchas, consultor económico del Fondo, “estamos viendo un cambio rotundo para la economía argentina en 2025 y el año próximo”. El FMI celebró las políticas de ajuste fiscal y lucha contra la inflación implementadas por el gobierno de Javier Milei, que lograron revertir la caída del PBI en el tercer trimestre de 2024. Gourinchas calificó como “impresionante” la reducción de la inflación, que pasó del 25% en diciembre de 2023 al 2,7% en diciembre de 2024. Estas declaraciones llegan en la antesala de una reunión clave entre el presidente argentino y la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, el próximo domingo en Washington. El encuentro, que se realizará en el marco de las negociaciones por un nuevo acuerdo de deuda, precederá la participación de ambos en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza. En su informe, el FMI proyectó un crecimiento del PBI global del 3,3% para 2025 y 2026, ligeramente por debajo del promedio histórico de 3,7%. A nivel regional, América Latina y el Caribe registrarían un crecimiento del 2,5% este año, impulsado por el desempeño de economías como Brasil (2,2% en 2025 y 2026) y México (2% en 2026). Para 2026, el organismo ajustó al alza la expansión del PBI regional, situándola en el 2,7%. No obstante, el FMI advirtió sobre focos persistentes de inflación elevada en algunas economías emergentes, aunque destacó el papel de los bancos centrales en mantener un control estricto sobre la actividad económica y los mercados financieros.