La vicegobernadora bonaerense, Verónica Magario, aparece en las últimas horas como una figura en crecimiento dentro de las especulaciones electorales. Según trascendió, su nombre circula tanto en La Matanza como en Avellaneda como alternativa para encabezar una lista propia si no se logra conformar una lista de unidad en el oficialismo. La eventual candidatura de Cristina Fernández por el sur del conurbano encendió alarmas entre distintos sectores del peronismo que ahora buscan posicionarse. Un dato clave fue el encuentro que mantuvieron Magario y Fernández, apenas tres días después de que se conociera la posibilidad de una postulación de la expresidenta en la provincia. Magario es consciente de que, en La Matanza, sólo Cristina podría disputarle el control político. Por su parte, el intendente de Ezeiza, Gastón Granados, salió públicamente a respaldar a la exmandataria: “En la Tercera, la sección más peronista de la provincia, la lista que nos represente debe ser encabezada por la mejor de nosotros: Cristina diputada provincial”, escribió en redes sociales. La posibilidad de que CFK encabece la lista motivó también movimientos dentro de otros espacios. En la Primera Sección, surgieron versiones sobre una eventual candidatura de Sergio Massa, que podría competir con Gabriel Katopodis, el elegido del sector que responde al gobernador Axel Kicillof. En paralelo, los libertarios también aceleraron su armado: por la Tercera, Javier Milei considera a Leila Gianni como candidata para enfrentar a Fernández; mientras que en la Primera, comenzó a sonar el nombre de Diego Santilli. Desde el Movimiento Derecho al Futuro, espacio que impulsa Axel Kicillof, ya pusieron una fecha límite: el 29 de julio, día del cierre de alianzas, será clave para definir si el gobernador y la expresidenta comparten boleta o se enfrentarán. Mientras tanto, en el equipo de Kicillof ya analizan un “plan B” ante la posibilidad de no llegar a un acuerdo. Una de las alternativas era inscribir el Frente Grande, de Mario Secco, aunque dificultades internas habrían debilitado esa opción. En ese contexto, se retomaron contactos con Fernando Rozas, titular de Unión Celeste y Blanco, el sello con el que Francisco de Narváez derrotó a Cristina en 2009 y que en 2023 le permitió a Milei competir en la provincia. Ese mismo sello facilitó la llegada de ocho diputados libertarios a la Legislatura, quienes luego rompieron con Milei y hoy actúan como aliados de Kicillof. Como parte del acuerdo, Rozas habría sido propuesto para ocupar un lugar en el directorio del Banco Provincia, aunque el Senado aún no avanzó con las designaciones. En un tablero político cada vez más fragmentado, la posibilidad de una PASO suspendida y candidaturas cruzadas anticipa una contienda sin reglas claras y con múltiples actores dispuestos a dar pelea por el control del poder en el peronismo bonaerense.
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